Alejandro Limia: Un caballero debajo de los 3 palos

Oscar Alejandro Limia, actual jugador de Arsenal de Sarandí, recuerda las anécdotas que lo marcaron a lo largo de su carrera y considerando sus 38 años, se permite proyectar un futuro como director técnico, profesión de la cual se interesó a causa de quien considera un maestro: Gustavo Alfaro.

Por Martín Dudkevich.

"Arsenal, sin lugar a dudas, es uno de los clubes con mayor crecimiento en el Fútbol Argentino, y esto seguramente es porque desde hace años se vienen haciendo bien las cosas" así comenzaba sus declaraciones "el flaco" Limia, referente de este Arsenal que de a poco va entrando en la historia grande del
fútbol en nuestro país. 

Ya en instancias decisivas del Torneo Inicial, el experimentado arquero asegura: "Por más que venimos de una gran alegría como lo fue ganar la Copa Argentina, este equipo sigue con la mente puesta en ganar cosas"

"Creo que lo que destaca al Arse del resto es el grupo, es lo más importante que tenemos, acá no hay estrellas ni luchas de egos, todos trabajamos igual y queremos lo mejor para el equipo. Obvio, si nos toca jugar, mejor". Así mostraba su comodidad en el club a pesar de ser suplente de Cristian Campestrini.

A tan solo dos puntos del puntero San Lorenzo, las chances de salir campeón son realmente altas: "Estamos muy tranquilos y contentos. Entre los grandes tratamos de trasmitir tranquilidad a los más pibes, pero parece que ellos están más tranquilos que nosotros", dice Alejandro y con esa frase alivia las ansias de los hinchas de Sarandí.

Sin embargo, no puede evitar recordar su paso por el América de Cali, equipo que hoy en día tiene una realidad complicada en la segunda división de Colombia "Es un hermoso lugar donde hice amigos con los que compartí y comparto momentos muy gratos. Seguramente el año que viene vuelvan al lugar donde pertenecen, porque es el más grande de Colombia y su hinchada, que es sorprendente, se lo merece".

Conservando la humildad como valor inamovible, Alejandro piensa cumplir los dos años que le restan de contrato en el club, y pensando a futuro, se imagina como Director Técnico habiendo aprendido mucho de su actual entrenador: "El profe Alfaro no sólo es un gran técnico, sino que además es un maestro, me hace muy bien tenerlo en esta etapa de mi carrera y estoy absorbiendo muchas cosas de él  que me van a servir cuando me toque ponerme el traje de DT".